jueves, 5 de febrero de 2015

"Forever Young": Peter Pan, el nuevo musical de Mall Plaza

Este año Mall Plaza apostó en grande en su quinto montaje y gira nacional. La historia a contar en esta oportunidad, el clásico de James Barrie Peter Pan y Wendy, relato que nos muestra la vida de un joven maravilloso y travieso que no quiere crecer.

La obra musical, producida por Enrique Inda, responsable de musicales como El hombre de la Mancha, My Fair Lady, La Novicia Rebelde, Chicago, Cabaret, entre otras que lo han posicionado como el regalón de los musicales en Chile, contó con gran cantidad de aciertos, dentro de ellos la impecable producción musical de Humberto Gatica, y un elenco que dio la talla al presentar la historia de amistad e infancia. 




Quien encarnó en esta oportunidad al niño maravilloso de Barrie fue Augusto Schuster (Pituca sin Lucas, Amango) a quien los años de estudio de actuación y otras maestrías en Argentina se han reflejado en un crecimiento tanto en el dominio corporal, nivel actoral y voz en cuanto al canto. Schuster realmente logró irradiar aquel resplandor de una obra teatral que tiene más de 100 años de tradición. Juguetón, amistoso, vivaz y honesto, son algunos de los adjetivos para su actuación esta noche, su última función, y antes de colgar las mallas verdes, he de decir que el dominio del arte del arnés, con el que volaba por el escenario (Y que escenario) fue impecable. 



Peter no se encontró falto de compañía y Campanita en esta oportunidad estuvo personificada por Josefina Fiebelkorn (Vuelve Temprano), quien una vez más demostró su habilidad en el plano de la actuación. A decir verdad su canción, durante el climax de la obra, no estuvo nada mal, pero notamos que el canto no es lo suyo. 



Por otro lado Wendy, encarnada por la ex chica Rojo, Daniela Castillo, me sorprendió, pese a que la edad de la cantante se hizo notar entre el elenco infantil. Lo mismo ocurrió con los actores que encargaron a Juan y Miguel, papeles que se vieron deslucidos y faltos de trabajo por parte de los actores a cargo de ellos. (Simplemente no existieron…o no fueron gran aporte a la historia). La voz de Castillo destacó dentro de las armonías, pero no así en sus duetos con el galán de Pituca sin lucas. 



Pero que sería de nunca jamás sin los niños perdidos. ¡EXCELENTES! Un ramillete de buenas voces y personajes deliciosamente logrados. Adorables, traviesos, emotivos y sobre todo profesionales. Un buen trabajo de dirección ahí.



Sobre los indios y criaturas que habitan nunca jamás, se vio un trabajo importante de corporalidad en todos ellos, no así en las coreografías donde no se vio sincronía del todo. Eso se hecho de menos si la apuesta era lograr a un nivel Broadway. 



Y dejamos la parte compleja para el final: El Capitán Garfio y sus compinches. Debo reconocer que durante algunos minutos me sentí viendo un capítulo de Master Chef; si señoras y señores, Gonzalo Valenzuela tuvo la brillante idea de hacer un James Garfio francés. Yo entiendo las apuestas en obras de teatro, pero creo que esto resto más que sumar. Sobre el humor, “el Manguera” se río de si mismo e igual logró el ángel que hace que tengamos un poco de lástima por Garfio. (Para los que hemos leído Peter Pan, el niño pasa muchas veces a ser el verdadero villano, y Garfio es una de las victimas de sus juegos. Los piratas juegan toda la novela). La estética de los piratas una libertad creativa de la producción. Un grupo de metaleros, dentro de los cuales destacaban actores y bailarines. 



Antes de terminar hay que hacer mención sobre Katty Kowaleczko (Los 80) , quien encarnó a la madre de los Darlings (la mamá de Wendy), que en un final que se dio muchas libertades creativas, esta mujer se pone en frente a Peter Pan y recuerda sus propias aventuras con él. (Cosa que ocurre con el personaje de Wendy al final del libro). 


No hay comentarios:

Publicar un comentario